Hay recuerdos que se nos escapan sin darnos cuenta…
Una risa, un abrazo, una mirada. Pero la fotografía tiene el poder de detener el tiempo y guardar lo más valioso: los vínculos.
En mi estudio Sonríe y di patada, cada sesión tiene ese propósito: capturar lo que hoy parece cotidiano, pero que mañana será un tesoro.
???? Una historia que empieza con mi madre
Mi amor por la fotografía viene de casa.
Mi madre siempre llevaba una cámara, y gracias a ella conservo cientos de fotos de mi infancia, de mis hermanos, de momentos sencillos pero inmensos.
Esas imágenes hoy son una herencia emocional. Me recuerdan quién soy, de dónde vengo… y me inspiran a crear ese mismo regalo para otras familias.
???? Las fotos que guardan lo que no se repite
Muchas veces las madres son quienes hacen las fotos. Pero no están en ellas.
Otras veces, se espera el “momento perfecto” que nunca llega: cuando los niños estén más mayores, cuando baje el ritmo, cuando pasen las prisas.
Lo cierto es que el mejor momento es ahora.
Cuando los abrazos aún son espontáneos, cuando tus hijos te buscan con la mirada, cuando la vida sucede sin filtros.
Tener fotos de familia es como construir un álbum de amor para el futuro.
✨ Mi forma de trabajar: natural, emocional, real
En cada sesión busco algo más que una imagen bonita.
Quiero que cuando vuelvas a mirar esas fotos dentro de 10 años, sientas algo.
Trabajo desde la calma, con cariño, dejando que cada familia se muestre tal y como es. Sin rigideces. Sin prisas. Con mucho respeto y emoción.
Eso es lo que quiero regalarte: recuerdos que duren toda la vida.
Si llevas tiempo pensando en hacer una sesión de fotos con tu familia, este puede ser tu cartel de “ahora sí”.
Será un regalo para ti hoy, y un tesoro para tus hijos mañana.
Estoy aquí para ayudarte a crear esos recuerdos que el tiempo no podrá borrar.
Gracias a ‘Sonríe y di patata’ capturamos momentos inolvidables con profesionalismo y estilo único.
Capturamos tus momentos mágicos con elegancia y estilo. Fotografía profesional para cada ocasión.